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La mezcla de dulce y salado es un auténtico clásico. En recetas de todo tipo, pero hay una combinación ganadora siempre. Puede parecer paradójica o chocante, pero resulta rica y enriquecedora.

Se trata de incorporar la sal a determinados postres. Este condimento siempre realza el sabor, usado en su justa medida, claro.

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Y hay una elaboración de la cocina francesa, con sal, que es imbatible. Se trata de la salsa de caramelo salado, también conocida como salted caramel o caramel au beurre salé.

Se trata de una especie de caramelo, con mantequilla, nata y sal, con los que se hace una salsa muy versátil para acompañar multitud de postres e, incluso, formar parte de helados, batidos, smoothies...

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Hay unos caramelos salados muy famosos que están elaborados así pero, lo que te vamos a mostrar, primero es cómo hacer esta salsa y, después, cómo aplicarla a distintos postres.

Te advierto que es totalmente adictiva, y, además, puedes envasarla y guardarla para que aguante durante meses y, así, poder utilizarla siempre que te apetezca o la necesites.

Para hacer unos 200 gramos de salsa, necesitas:

Esta salsa, que también puedes hacer con azúcar moreno, la puedes conservar bien tapada varias semanas en la nevera. Pero recién hecha, la tienes igualmente disponible para utilizar en tantos postres como se te ocurra. Helados, batidos, magdalenas, tartas, pasteles...

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Aquí te dejamos varias ideas para emplear la salsa de caramelo salado ¡y te prometemos que a cada cual es más irresistible!

Esta salsa también la puedes convertir en helado. Y acompaña muy bien a muchísimos postres como fruta, flan, pudin, etc. Aquí lo ponemos sobre unos higos cortados en forma de carpaccio.

En este postre, la idea es servir la salsa 'en estado puro' para tomar con diferentes frutas, al estilo de una fondue, en lugar del clásico chocolate fundido. La idea resulta también de lo más apetecible.

El brownie a menudo se sirve con chocolate caliente y helado de vainilla, pero aquí los sustituimos por nata montada y nuestro caramelo salado. Lo hacemos en versión individual para que no haya problemas con el reparto.

Si hablamos de postres fáciles y rápidos, ahí entran sin duda los trifles. Se trata de servir por capas -en vasos, copas, cuencos o tarros, que sean transparentes, eso sí-, varias elaboraciones. Nos ahorramos la del bizcocho porque lo compramos hecho, pero sí hacemos la nata montada y la salsa de caramelo salado.

Preparamos unas tartitas o mini pasteles de queso mascarpone con piñones y como cobertura le echaremos nuestra salsa de caramelo salado. ¡La combinación está de muerte!

Aunque ya sabes cómo preparar esta salsa -y puedes hacerla tú mismo- si no tienes tiempo, también la venden ya hecha lista para usar. Y como este postre es para hacerlo rápidamente, puedes 'tirar' de ella. Se trata de un dulce que se hace en el microondas dentro de una taza.

Esta salsa, elaborada como ya sabes con mantequilla, azúcar, nata y sal, es un acompañamiento ideal para elaboraciones como gofres, crepes, pastelitos, bizcochos... ¡No dejes de probarlo!

Si hay una elaboración mítica con caramelo salado esa es las palomitas de maíz. Sí, las típicas que comemos en el cine o en casa para ver una peli. Pero en esta receta las usamos como acompañamiento de un smoothie de vainilla, al que también le pondremos nata semi montada, galletitas y caramelos salados.

Este es, sin duda, uno de nuestros preferidos de esta selección, quizás el más aparente y vistoso. Hacemos un bizcocho genovés para rellenarlo de caramelo salado, lo enrollamos, cubrimos con chocolate fundido y decoramos con palitos. ¡Un triunfo más que seguro!

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