En las playas de Santa Marta se lleva a cabo el proyecto de sostenibilidad “un arrecife de vida”, el más importante para Dislicores. La estrategia, que la realiza en alianza con la organización ambiental Greensouls y la Fundación Santa Marta Sostenible, busca restaurar la vida marítima aprovechando los residuos de las botellas de vinos y licores.

De esta manera, a través de un proceso de recolección y transformación de botellas de vidrio, Dislicores comenzó a sembrar 20.000 fragmentos de coral, buscando devolverle la vida al mayor regulador del clima y mayor fuente de oxígeno del planeta: el océano.

El equipo de Dislicores, en compañía de biólogos, viajó a Santa Marta para poner en marcha este proyecto que busca trascender y dar la milla extra en temas ambientales.

“El objetivo es también sobrepasar los cumplimientos establecidos en materia gubernamental, alineándonos con algunas de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por la ONU, tales como producción y consumo responsable, y acción por el clima y vida submarina”, expresó Luz María González de Bedout, directora legal y de relaciones de Dislicores.

Así, los corales se comenzaron a sembrar en unas especies de “arepas”, las cuales se recubrieron por encima y por debajo con vidrio de silicio, material con el que se elaboran las botellas de licor.

De acuerdo con Jhon Ortega, diseñador de Dislicores, si bien la compañía siempre ha buscado ser un referente en la industria de vinos y licores, hoy quieren ser también un referente en sostenibilidad, por lo que están en ese afán de dar esa “milla extra”.

“Encontramos que con el vidrio triturado podíamos hacer estructuras que molecularmente eran compatibles con el crecimiento de los corales. Así empezamos a hacer exploraciones con biólogos y buscar posibilidades de desarrollar un arrecife de vida”, contó Ortega.

Para González de Bedout, lo que se pretende con este proyecto no es que genere una rentabilidad sino que aporte un granito al medio ambiente y al planeta.

“Si no cuidamos el mar, que es el que nos produce la mayor cantidad de oxígeno, y además sacamos la arena de las playas para sembrar corales, estamos destruyendo ese ecosistema. Por eso la importancia de este proyecto, porque no solo conserva las playas sino que utiliza un desecho como el vidrio, que es de recircularidad infinita, pero que se demora mucho tiempo en degradarse. Entonces, esto es algo que, más que por la rentabilidad, lo hacemos por la convicción de conservar el planeta”, anotó la directiva.

Se requieren unos 4.000 años para que una botella de vidrio se descomponga, de ahí la importancia de darle un nuevo uso y reducir la extracción de nuevas materias primas para esa primera fabricación.

En este sentido, al igual que Dislicores otras empresas de la industria licorera le están apostando a la sostenibilidad a través de diferentes proyectos y estrategias.

Una de ellas es Diageo, empresa británica que produce y comercializa bebidas alcohólicas bajo las marcas como Johnnie Walker, Smirnoff y Tanqueray. La compañía incorporó la recirculación para que las botellas de vidrio que pone en el mercado vuelvan a ser parte de la cadena de producción.

Por ejemplo, las botellas de Smirnoff Lulo que se fabrican en Colombia utilizan el 60% del culotte de las botellas de vidrio recuperadas.

De esta manera, el año pasado la compañía recogió en ciudades como Bogotá, Cali, Cartagena, Santa Marta y Barranquilla, unas 233 toneladas de vidrio, lo que equivale a reciclar alrededor de 437.500 botellas.

Otra de las compañías de esta industria que ha incorporado criterios sostenibles en su producción es Bavaria. Con el objetivo de ser cero emisiones netas de carbono para el año 2040, la empresa comenzó a implementar un sistema de retornabilidad y de logística inversa en todos sus procesos.

De esta manera, Bavaria recupera casi la totalidad de las botellas que pone en el mercado, logrando recuperar el 97% de lo consignado en su canal tradicional, y el 89% del total vendido a través de todos sus demás canales.

De esta forma, la firma cervecera recoge las botellas de vidrio para que sean reutilizadas hasta 30 veces, alargando su vida útil, para luego ser utilizadas en la generación de nuevas botellas de vidrio, cerrando el ciclo de los envases.

Así, las botellas de su cervecera están hechas en un 42% de material reciclado, cifra que espera aumentar a más de la mitad para 2025

Periodista de economía y negocios. Egresada de la gloriosa Universidad de Antioquia.

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